laSexta estrena mañana jueves la última entrega de esta temporada de ‘Pesadilla en la cocina’ a las 22:30 horas, con Alberto Chicote desplazándose hasta Coslada (Madrid), donde no sólo tendrá que salvar un restaurante, sino también una pareja.
‘Pesadilla en la cocina’, que ha cumplido una década en emisión, se ha convertido en uno de los grandes puntales del entretenimiento de laSexta. Y esta temporada así lo ha vuelto a refrendar. El formato producido por Atresmedia TV en colaboración con Warner Bros. ITVP España ha contado siempre con un gran seguimiento por parte de la audiencia.
‘Pesadilla en la cocina’ cierra su octava temporada con una cuota media de audiencia del 7%, lo que sitúa al programa por encima de la cuota de la cadena. Ha atraído en cada entrega a 2.587.000 espectadores únicos (819.000 espectadores) de media.
El programa conducido por Alberto Chicote ha mejorado la franja de prime time de laSexta en la que se emite en +2,4 puntos. Además, ha liderado sobre su principal competidor en esta temporada con una ventaja de +1,4 puntos y en +2 en target comercial.
Así es el programa de esta semana
La última misión de Alberto Chicote en esta temporada de ‘Pesadilla en la cocina’ pasa por rescatar el local de una pareja que ve cómo su negocio se está yendo al traste en paralelo a su relación personal. Y es que ‘Los cinco sentidos’, el restaurante que regenta Quique junto a Lourdes, que trabaja en él como cocinera, va de mal en peor. Pero si hay problemas materiales, lo que de verdad mantiene al local en una posición difícil es la falta de liderazgo de Quique y Lourdes, que está llevando el negocio -en el que también trabajan Borja, hijo de Lourdes, y dos amigas de la pareja- hacia la ruina.
En ‘Los cinco sentidos’ la confianza es, precisamente, lo que no favorece el buen hacer del equipo. Las comandas desorganizadas o las raciones excesivas y nada rentables son sólo algunos de los problemas que afronta el local, donde Chicote detecta pronto que el principal escollo es la comunicación entre Quique y Lourdes. Si ella no se siente valorada y su frustración es cada vez mayor, él cree que su pareja no sabe mandar y le abruma con problemas. A este cóctel se suma la actitud de Borja, que en ocasiones se toma demasiadas licencias.
Con este panorama, las expectativas de Chicote no son alentadoras. El chef tendrá que hacerles ver que hay que cambiar la forma de trabajo si quieren evitar que el caos se lleve por delante el negocio y su relación. Para ello, Chicote se verá obligado a motivar a ambos y hacerles comprender que solo compartiendo la responsabilidad podrán sacar adelante ‘Los cinco sentidos’.