Encarnaba el espíritu competitivo del concurso, venía a ganar, estaba dispuesto a todo, incluso a traicionar a sus amigos con tal de llevarse el premio. Sin embargo, una mala prueba le ha robado su sueño. Jesulín de Ubrique, uno de los grandes favoritos de la edición, ha colgado su delantal en MasterChef Celebrity, donde ha demostrado que tiene mano para la cocina. El exdiestro se queda a las puertas de la semifinal, en la que lucharán Blanca Romero, Laura Londoño, Álvaro Escassi, Toñi Moreno y Daniel Illescas. Esto es lo que ha ocurrido en el programa 10.
Los aspirantes entraron en cocinas donde les esperaba un gran regalo: ¡Lorena Castell! La polifacética vedette, presentadora y ganadora de la última edición Celebrity volvió al plató que la vio triunfar haciendo lo que mejor sabe hacer, además de cocinar: dar espectáculo. Un poco de música para descargar tensiones, pero la realidad es que no había quien relajara a Jesulín de Ubrique, que solo podía pensar en la competición. No le quitaba ojo a Laura Londoño, una de las grandes candidatas a llevarse el premio, según el extorero.
Antes de empezar la primera prueba, los concursantes juegaron al bingo, como no podría ser de otra manera con la visita de Lorena Castell. Tenían que cocinar con los ingredientes que fueran saliendo en las bolas y que también estuvieran en sus cartones. Había premios especiales: si cantaban línea, podrían elegir 3 ingredientes extra; el que cantara bingo, podría entrar en el supermercado todas las veces que quisiera y coger todo lo que necesitara. En los cartones también había técnicas, además de ingredientes, que tuvieron que utilizar para crear su plato.
La ganadora del juego fue Laura Londoño, que tuvo una gran ventaja respecto a sus compañeros. Una última sorpresa: tenían que integrar una técnica con aceite de oliva, un ingrediente versátil. Era una prueba difícil, no podía perder tiempo. Daniel Illescas apostó por un solomillo a baja temperatura, con sofrito y falso caviar de aceite. Estaba confiado y eso se notaba en su actitud, ha ido ganando seguridad en sí mismo a lo largo del concurso. Todos sabían lo que se jugaban y no perdieron en ningún momento la concentración. Blanca Romero, sin embargo, se mostró un poco perdida. Tenía como ingredientes principales el aguacate, el erizo de mar, el atún… “Es un plato combinado. Hay que hacer algo que tenga sentido”, le recordó Pepe Rodríguez.
Laura Londoño no acabó nada contenta con el resultado de su plato, ¿qué opinarían los catadores? Caras conocidas de la última edición del talent culinario volvieron al programa para juzgar a los aspirantes. No sabían quién había hecho cada plato, fue una cata a ciegas. Los exconcursantes contaron cómo es su vida ahora después del programa: Álex Cañada, que llegó al duelo contra Eneko, ganador del programa, se encuentra trabajando en el restaurante MasterChef. Él fue uno de los catadores en esta primera prueba. Casi por unanimidad, el plato elegido como el mejor fue el de Toñi Moreno, que parecía no creérselo.
Contra todo pronóstico, Álvaro Escassi y Laura Londoño fueron los grandes perdedores de la prueba. Los jueces no estaban nada satisfechos con el nivel de los concursantes en general, salvo dos excepciones: Toñi Moreno, ganadora de la prueba, y Daniel Ilescas, el segundo clasificado.
Con la intención de mandar un mensaje de concienciación para la preservación de nuestros bosques, MasterChef se trasladó a un entorno natural de la Sierra de Madrid donde los aspirantes tuvieron que cocinar por equipos. “Por primera vez en la historia del concurso vais a cocinar sin fuego, sin parrillas y sin inducciones“, dijo Pepe Rodríguez, dejando los aspirantes en shock. Todo un reto plagado de técnicas y elaboraciones de alta cocina. El ganador se llevaría los 4000 euros para donar a una ONG. Al terminar esta prueba, conoceríamos a los tres primeros semifinalistas de la edición.
Toñi Moreno y Daniel Illescas fueron los capitanes de cada equipo: En el equipo azul, capitaneado por la presentadora, estaban Jesulín de Ubrique y Blanca Romero; mientras que en el equipo rojo, liderado por el influencer, estaban Álvaro Escassi y Laura Londoño. Los comensales, sesenta bomberos deseando probar bocado.
E
l equipo azul fue el primero en empezar, parecía que Toñi Moreno tenía todo bastante claro y dio las órdenes a Jesulín y Blanca. Igual que Daniel Illescas, organizado y con muchas ganas de demostrar que merecía estar en el concurso tanto como el resto. El capitán tuvo que salir de cocinas cuando se cortó mientras charlaba con sus compañeros. A pesar de ese contratiempo, los jueces veían a los aspirantes demasiado tranquilos para estar a punto de pasar a la semifinal, así que decidieron tomar medidas: ¡cambio de cocinas!
Este imprevisto puso de los nervios a los capitanes, sobre todo a Toñi Moreno, que se llevó las manos a la cabeza cuando se dio cuenta de lo atrasado que iba el otro equipo. Daniel Illescas, por su parte, no sabía ni por dónde empezar. Tuvo la oportunidad de preguntarle alguna duda al otro equipo, pero la desperdició. Escassi, al verle así, decidió echarle una mano y le pidió que deje de lamentarse y se pusiera las pilas para sacar adelante el cocinado: “Nos han roto los esquemas“.
Toñi estaba desesperada, hasta que Pepe Rodríguez le dio un toque de atención. “Os tengo que pedir disculpas por mi actitud, tengo que estar positiva”, reconoceió la presentadora a sus compañeros, pero la realidad es que el cambio no le sentó nada bien. Lluvia de reproches al otro equipo, pero sobre todo al capitán Illescas. En medio de tanta tensión, dos bomberos y viejos conocidos del programa visitarona los concursantes: Jorge Juan y Luismi.
Prácticamente no se escuchaba a Jesulín de Ubrique, el más centrado de todos. A Blanca Romero no se le borró la sonrisa de la cara en toda la prueba, a pesar de los inconvenientes. Toñi Moreno lo dio todo, tanto que casi acaba por los suelos. “Me estoy mareando un poco“, confesó cuando estaba a punto de terminar el reto.
Los del equipo azul mantuvieron en todo momento que notaron cierta desventaja con el cambio de cocina y así lo dejaron claro a los jueces. “El postre estaba sin hacer”, les recriminaron. Blanca Romero se quejó también la falta de higiene. El equipo rojo no puede hacer otra cosa que reconocer sus fallos. A pesar de ello, fueron los ganadores del reto. Laura Londoño, Daniel Illescas y Álvaro Escassi se proclamaron los primeros semifinalistas de la octava edición de MasterChef Celebrity.
Blanca Romero, Jesulín de Ubrique o Toñi Moreno, uno de ellos abandonaría el concurso a las puertas de la semifinal. Se jugaban su puesto en cocinas en la última prueba de la noche, la de expulsión. Al extorero no le parecía justo estar en la cuerda floja, pero estaba dispuesto a dar su mejor versión para conseguir subir a la galería. Boris Izaguirre y el chef Óscar Calleja les acompañaron en este reto. Los concursantes tuvieron que elegir plato un poco a ciegas, ya que el título podía ser engañoso. ¿Qué había debajo de las campanas? Lo que serían supuestamente unos espaguetis a la carbonara, era en realidad un rico postre que dejó a Toñi Moreno con la cara desencajada. Un trampantojo en toda regla.
Blanca Romero tenía el plato más complicado, pero su actitud, como siempre, fue la mejor. Quien va más “atropellado”, como vaticinó Jordi Cruz, fue Jesulín de Ubrique. Tanto los delantales blancos como los jueces se dieron cuenta del desastre de sus elaboraciones. Por su lado, Toñi, parecía que iba por buen camino. A la presentadora le tocó el plato más fácil.
Blanca Romero fue la gran ganadora del reto. “Cuanto más difícil es el reto, creo que te vienes arriba”, reconoció Samantha, que no pudo más que aplaudir su trabajo. Entre Toñi Moreno y Jesulín de Ubrique estaba la expulsión. Y el aspirante que se quedó a las puertas de la semifinal de MasterChef Celebrity 8 fue… ¡Jesulín de Ubrique! El extorero era uno de los aspirantes más competitivos, venía a ganar el concurso y su expulsión ha sido toda una sorpresa para sus compañeros, que no pudieron evitar emocionarse al despedirse de él.