Después de la inesperadísima salida de los tres favoritos, Gorka, David Seco y Daniel, todo puede pasar en El Conquistador. La semifinal nos ha dejado sin palabras, ya tenemos el nombre de los siete finalistas que lucharán por ganar el concurso la próxima semana. ¡Descúbrelos! Te contamos todo lo que ha ocurrido en el último programa.
“Ha cambiado todo de la noche a la mañana”, Puma no podría haber definido mejor la situación de El Conquistador. Los concursantes salieron de Alcatraz, sin saber si volverían o no a ese infierno. Tocaba asamblea para sincerarse después de la triple expulsión. Ni Puma, ni Azo, ni Montoya, ni Agus sienten remordimientos por la salida de sus tres excompañeros. La mayoría ha cambiado el chip, ya no luchan en equipo, solo individualmente. Los 9 quieren ganar el concurso y lo han dejado claro.
¿Para qué era la asamblea? Para elegir el nombre del primer finalista. Cada uno tenía que votar a una persona. Sin embargo, esa no era la prueba tan difícil de la que hablaban Raquel y Julian. Los concursantes también tenían que mandar una persona directamente al desafío. Sin saber quién iba a ser el salvado, eligieron al duelista. Una votación muy reñida que tuvo que desempatar Miguel: o Chase o Puma. Tras la expulsión de su hermano y la traición Yocahu, no se lo pensó dos veces, decidió vengarse y le colocó la lanza a Puma. Este gesto no pasó desapercibido. Puma confesó que todo había sido una estrategia para saber hasta dónde podía llegar el rencor, ya que al ser el primero en nominar, podía haber ido a por Miguel, sabiendo que el resto probablemente seguiría sus pasos y acabar así con el último miembro del “Dream team” que quedaba en la aventura.
El elegido para ir directamente a la final fue Chase, uno de los concursantes más queridos en el programa por su templanza y por ser considerado un buen compañero en el concurso. Un auténtico regalazo con el que no pudo evitar emocionarse. Él fue el único que pasó la noche en el campamento rico con comida y recuperándose de la aventura de cara a la final. Él se terminó llevando el gran “premiazo”, hablar con su familia.
Última prueba de inmunidad: “Escaleras al cielo“, un clásido de la aventura. Sin tocar los postes y con la ayuda de una cuerda, tuvieron que construir una escalera para conseguir el banderín. Quien lo consiguiera, ganaba y se metería de lleno en la final. Problema: solo había tres banderas y ni rastro de las cuerdas. Primero tenían que buscarla con la ayuda de una brújula y un pergamino con el rumbo. La prueba arrancaba siendo individual, pero terminaba siendo en pareja. Otro problema: eran impares.
Euxebi estaba muy confiado, la orientación es lo suyo y se veía claro ganador de la prueba. El resto de sus compañeros estaban algo preocupados, demasiado cansancio acumulado. Miguel fue el primero en conseguir la cuerda, seguido de Joana. Ambos formaron la primera pareja; Mati y Agus, la segunda; Euxebi y Azo, la tercera. El último en llegar fue Montoya, que se quedó sin pareja y fue directamente al desafío.
Parecía que Agus y Mati podían robarle el triunfo a Joana y Miguel, pero finalmente fueron ellos los primeros en conseguir el banderín y convertirse en finalistas de El Conquistador. Joana le dedicó el triunfo a las Atabey, mientras que Miguel soltó una pullita para sus excompañeros Yocahu. Emocionados, ondearon juntos la bandera. “Ha sido muy duro, se notaba que llevábamos muchos días en comer”, reconoció Joana. Su emoción contrastaba con la tristeza del resto de concursantes, que no se imaginaban cuál era su destino.
Tanto Puma como Montoya les esperaban en Alcatraz y se sorprendieron cuando no vieron en la barca ni a Joana ni a Miguel, era precisamente a él a quien no querían ver en la final. “¡Qué mal lo hice ayer!“, se lamentaba Puma. En medio del bajón por estar en peligro en el concurso, los conquistadores reciben una carta de sus seres queridos. Todos, también los inquilinos del campamento rico. “Llegaron en nuestro peor momento y eso nos hizo venirnos arriba, porque pasar una noche aquí…”, comentó Mati.
Otra sorpresa mas: los seis iban a ir al desafío, su última oportunidad para llegar a la final. Podían irse todos, podía irse solo uno, dos… Estaba en su mano. “Aquí ya no hay amigos, competición a full“, dijo Puma. La tensión se notaba en el ambiente, sobre todo, cuando descubrieron el reto que tendrían que superar: El laberinto. Nadie se esperaba volver a tener que enfrentarse a él, esta vez, de manera individual. Iban a ir a ciegas, no tenían a nadie que les guiara. La clave, la rapidez y crear un mapa mental para saber por dónde tirar. De los seis, pasarían a la final cuatro.
Puma, Montoya y Mati empezaron con mal pie, salieron del laberinto en lugar de ir hacia el centro del recorrido, mientras que Agus y Euxebi fueron los primeros en coger el banderín de su color y empezar la vuelta. Azo y Montoya también fueron los siguientes en conseguirlo, pero el andaluz lo acabó perdiendo. A pesar de eso, decidió seguir su camino, hasta que Raquel le dejó claro que sin él no conseguiría un puesto en la final. El primero en hacerlo fue Euxebi, seguido de Azo y Agus. Solo quedaba un puesto libre, que terminó ocupando Mati.
Puma y Montoya, muy enfadado por haber perdido el banderín y creer que el desenlace fue injusto, fueron los expulsados que se quedaron a las puertas de la final. Los finalistas son: Chase, Joana, Miguel, Euxebi, Azo, Agus y Mati.