Los Premios Odeón llegaron al prime time de TVE anunciados a bombo y platillo como el nuevo gran evento musical dentro de la agenda cultural española con la intención de competir con los mismísimos Grammys Latinos. Proclamados como los nuevos Goya, la entrega de premios organizada por AGEDI (Asociación de Gestión de Derechos Intelectuales) llegó después de trece años tras la desaparición en 2007 de los Premios Amigo.
El Teatro Real de Madrid reunió a músicos españoles tan destacados como Alejandro Sanz, Estopa, José Mercé, Pablo Alborán o Amaral entre otros. Aunque la gran ausente en platea fue Rosalía. Antiguas generaciones y futuras recibidas por el maestro de ceremonia, Quequé. El humorista dio la bienvenida con un decorado que podría haber sido construido por El Hombre de Negro y un rap que recordó al emblemático de Resines que ya es historia de la televisión.
Demasiadas aspiraciones tenían los Odeón que acabaron quedándose descafeinados pese a las grandes actuaciones que se presentaban. Probablemente no era coincidencia que todos los galardones tuvieran preparadas actuaciones tras recoger sus ansiados galardones. El primero de ellos fue Alejandro Sanz quien lleno el escenario con un gran espectáculo junto a Laura Pausini, Pablo López y Pol Granch. Fue de las pocas actuaciones que quedó lúcida porque después las tablas se llenaron de voces que se quedaban desdibujadas por el mal sonido. Danny Ocean y Alba Reche o Antonio José con Aitana fueron de las más flojas junto a Manuel Carrasco con Mon Laferte. Afortunadamente, llegaron actuaciones como las de Vanesa Martín con Carlos Rivera, o el homenaje a José Luis Perales con artistas de la talla de Álex Úbago, Andrés Suárez , Shuarman (Elefantes) o Georgina que trajeron algo de brillantez a la gala. Lo que parecía haber mejorado volvió a caer en picado con la actuación de Estopa e India Martínez que provocó los silbidos de platea. La organización se olvidó del micrófono de la cantante mientras David Muñoz arrancaba a cantar, cuando a mitad canción se dio cuenta que el micro de su compañera no funcionaba y tuvo que arrebatarle uno de sus músicos. Desgraciadamente la gala acabó con Lola índigo y Don Patricio cuando en los asientos veíamos a gente como Alaska, Camela, Xoél López, Amaia o Carlos Sadness que podrían haber ofrecido un remate de nivel sin necesidad de gallos y letras que fueron hasta ridiculizadas por el propio Quequé.
El resultado de todo esto ha propiciado un 9,3% de audiencia para la TVE y una gala con muchos defectos por mejorar que van desde el sonido, la elección de los artistas, las transiciones y el ritmo del evento. Muchas cosas mejorables para unos Premios Odeón que por el momento son un quiero y no puedo.