Ya sentados en la sala de expulsión, José Antonio Avilés se olía lo que se avecinaba y consolaba a Carmen Alcayde, quien no paraba de llorar antes de saber el resultado: “Yo no puedo ser la del 85%, eso significaría que solo me quiere un 15% de la audiencia, o lo que es lo mismo mi familia y mis amigos, no podría ni ir al colegio a por mis hijos”, se lamentaba la colaboradora.
Pero la cosa estaba clara. La audiencia del programa decidía con un aplastante 85% de los votos que el expulsado de la noche fuese José Antonio Avilés, frente al 15% que acumulaba Carmen Alcayde.
Cuando el de Córdoba escuchaba su nombre en boca de Marta Flich se lanzaba a abrazar a Carmen: “Te lo dije, que ese porcentaje era mío, tranquilízate porque yo lo sabía”. Avilés decidía tomárselo con filosofía y aceptar que su concurso no había convencido a la audiencia: “Estoy bien, yo he venido aquí a jugar, está claro que mi concurso y mi forma de ser no le han gustado a la gente, pero yo no puedo hacer otra cosa, me lo intento tomar con la mayor deportividad posible”.
El andaluz hacía examen de conciencia y le reconocía a la presentadora de ‘GH VIP’ que había tenido comportamientos de los que no se sentía orgulloso: “La he cagado, seguro, hay vídeos en los que no me gusta verme así pero, ¿qué puedo hacer? soy así”.
El último expulsado de ‘GH VIP’ decidía quedarse con la parte positiva de la expulsión, que para él no era otra que la de reencontrarse con sus seres queridos. Avilés nombraba a su familia y una persona misteriosa a la que se refería como ‘B’: “Voy a ver a mi familia y a ‘B’, bueno, eso espero, no lo sé”.
Un 85% de los votos era razón más que suficiente para Avilés para decidir no participar en la repesca del programa, una repesca que le daría la opción de regresar a la casa y volver a ser concursante de pleno derecho, pero es que además el cordobés se reencontraba en la sala de expulsión con Marta Castro, la que él hasta esta noche consideraba su amiga.
Con las palabras frías de su amiga, Avilés se daba cuenta de que las cosas fuera estaban peor aún de lo que imaginaba: “Contenta me tienes porque, aunque de mí no has dicho nada, te has cargado tu programa y como consecuencia el mío, yo he cometido muchos errores y fallos, pero sé que estar contigo no me ha beneficiado nada“, se explicaba Marta.
A Avilés, entre el porcentaje de expulsión y las palabras de Marta, se le quitaba de la cabeza la idea de seguir concursando: “¿Repesca a mí? ¿Con un 85% de los votos para expulsarme y con una persona que yo quiero y pensaba que la tenía fuera que viene a decirme esto? No, se acabó, fuera, cero“.