Cada vez que Bahar y Piril se quedan a solas, crece la tensión. De momento, Bahar parece estar tomándose las circunstancias de manera muy diplomática, extrañamente bien. Sin embargo, está fingiendo porque, por dentro, está herida.
Por eso, cuando las dos se encuentran en la cocina, Bahar acaba estallando. Le revela a Piril que sí la recuerda, de cuando coincidieron en el colegio. Y también por la estampa tan familiar que contempló en el vestíbulo del hotel.
Bahar sospecha que fue Piril quien organizó todo, también el secuestro de Nisan y Doruk. Y advierte: “Ten cuidado, tú no me conoces”.