El cuarto programa de El Conquistador ha prendido definitivamente. El campamento infernal es fuego absoluto. Finito y Keroseno han terminado por incendiar el equipo Corocote, Andrea se ha derrumbado definitivamente y Chase no ha podido evitar decirles lo que piensa a la cara. Mientras, parece que las cosas están empezando a ir mucho mejor para los Yocahu, en el equipo Atabey hay cosas que empiezan a tambalearse, ¿están al borde de la extinción? De momento, hay quien empieza a cuestionar la capitanía de Joana Pastrana y los ánimos no están demasido altos. Te contamos, detalle a detalle, todo lo que ha pasado en el programa 4 de El Conquistador.
¿Cuánto es capaz un cuerpo en resistir a las picaduras de mosquito? En el equipo de las Atabey los ánimos están fuertes, pero el picor que recorre sus cuerpos resulta insoportable para todas. En los Yocahu, se junta el hambre con las ganas de comer y saltan los roces al poco, pero están intentando limar asperezas como pueden. Desde luego, donde más arden en llamas en el equipo Cocorote. La asamblea ha pasado factura. Finito y Keroseno han pasado su peor noche en lo que van de concurso y la tensión se palpa.
En este ambiente llega el correo. Es hora de saldar todas las deudas pendientes. ¿A qué equipo tienen en el punto de mira? El miembro más fuerte de cada equipo les puede dar la victoria. Todos parecen llegar rápido a un acuerdo sobre quién es el miembro más fuerte del equipo. Chase de los Corocotes, Joana de las Ayabey y Cesc de los Yocahu.
Antes de que comience la prueba, surge la primera sorpresa. El Carni sigue teniendo problemas, un dolor en el pecho que arrastra desde el primer prograam. El equipo Yocahu, empiezan con una baja, la de El Carni. “Abandono porque no puedo seguir, no sabía que esto era tan extremo y mi límite ha llegado”. ¿Son límites físicos o mentales?, le pregunta Raquel Sánchez Silva antes de dar por confirmada su salida de El Conquistador.
En esta prueba participa el desplazamiento, la tensión y la resistencia. La primera fase consiste en llevar dos aros del color de cada equipo al poste. Hasta que esto no suceda, no se abrirá la llave para pasar a la segunda fase que consistirá en capturar a un elegido rival, el Koala. ¿Quién gana la prueba de inmunidad? Quien mejor ataque y se defienda. Una auténtica batalla campal. Joana y Cesc deciden ir a saco a por los azules (Corocotes). Ellos quieren ir a por los rojos (Yocahu).
Patxi Salinas se pelea a muerte y entra en el barro más salvaje. Le tienen que llamar la atención en varias ocasiones. Finito y Keroseno recurren al juego más sucio y lanzan patadas a diestro y siniestro. Algunos pierden hasta la camiseta y se aferran a la batalla “como si estuvieran en una lucha grecorromana”. La estrategia de las verdes y los rojos mina las fuerzas de los Corocotes, finalmente, son eliminados. La segunda fase enfrenta al grupo de la chicas, las Atabey con el grupo de los chicos, los Yokahu. Ellos son más en número y el desequilibrio entre ambos equipos puede determinarlo todo.
Finalmente, los Yokahu vencen a las chicas. Hace tiempo que necesitaban obtener una victoria y lo celebran al cantico de “¡Hoy comemos caliente!”. Mientras, los azules se sienten traicionados. Creían que las chicas irían a por los rojos, al que creían el equipo más fuerte. Las más afectadas son las chicas azules. “Son unas sinverguenzas“, se queja Nai. Les acusan de tener un pacto previo antes de empezar el juego. Para las verdes, tampoco ha sido nada agradable ver cómo los Corocotes iban a por ellas por ser las más débiles. “No es traición”, aseguran.
Siempre con ánimo, Chase recibe la mancha roja. Elegido por los Yokahu, consideran que Chase es una pieza fuerte y fundamental para el equipo azul, por eso lo nominan, directo al desafío. Con todo, Chase asegura que le ha encantado la prueba y que volvería a hacerla. Ahora tendrá que dar lo mejor de sí para poder seguir participando en futuras pruebas.
Mientras los Yokahu disfrutan de su festín, en el campamento pobre, las Atabey tratan de sacarle partido a lo que encuentran, miran el lado positivo de tener playa y se ponen a construir una especie de cabaña. Al campamento infernal, de momento, parece que ya están más que acostumbrados los Corocote que se lanzan al cántico… Todos menos Finito y Keroseno que siguen lanzando críticas a sus compañeros. “La gente tiene la piel muy fina“, dice Keroseno.
El equipo rojo cree que la concursante es la más débil de las Atabey, por eso han decidido otorgarle la inmunidad. “Nos puede beneficiar y, al mismo tiempo, puede seguir demostrando hasta dónde puede llegar y dar ejemplo de que no hay límite”, ha comentado Cesc. “Estás haciendo historia“, le ha dicho. Pero queda lo más difícil, Joana debe nominar a una de las suyas.
Difícil decisión para las Atabey. Parece que hay consenso sobre quién es la más fuerte. Joana. Sin emabrgo, su capitana habla claro al respecto: “Todas sois fuertes”. Expone que tampoco pueden meterle esa presión. Pero Joana parece asumir que es ella quien debe ir al duelo. “A lo mejor aporto más acudiendo mañana a duelo y si gano no pongo a riesgo a otra de aquí”, comenta. Pero, ¿será ella?
En la cueva de las caracolas, el pacto entre los equipos rojo y verde ha dejado al equipo Corocote en una difícil situación. Además, sienten que están más tocados que nunca. “Nadie ha demostrado nada por ahora“, dicen Finito y Keroseno. Los hermanos siguen acusando a todos sus compañeros de falsos y poco empáticos. Euxebi toma la palabra para pedir perdón y calmar las cosas con los sevillanos, pero no funciona demasiado bien. Finito y Keroseno le acusan de haberles amenazado con que “si han tenido una mala vida, ahora les va a ir peor“. El tema del suicidio de su madre sale a relucir y el ambiente se vuelve de lo más oscuro. “Yo con estas personas no puedo más, me estoy desmoronando“, asegura Euxebi. “Se les ha intentado integrar en el grupo, pero es que no suman“, añade Mati.
Siete lanzas para ellos, una para Euxebi. Las cosas parecen claras. Tras sentirse atacados por todos, Keroseno y Finito vuelven a lanzar sus dardos, con la acusación de que Andrea y Chase quieren que ellos se vayan para poder seguir “haciendo manitas”. Andrea se desmorona. “¡Es incréible. Esto es un puto circo!”. Patxi acude a consolar con un “nadie les cree nadie”. Chase no se lo piensa dos veces y afirma: “Prefiero que no volváis y que gane una Atabey. Tenéis que ver de qué forma pretendéis entablar relación con las personas porque yo creo que no os va a ir bien”. El capitán, Patxi Salinas, se mantiene firme con ellos: “Estamos hablando de vidas privadas y del daño que hacéis a la gente”.
Tras las votaciones, el equipo azul vuelve a reunirse, pero nada mejora. Es un todos contra Finito y Keroseno, y ellos contra todos. Vuelve a surgir la acusación del “tonteo” entre Chase y Andrea. Estos le reprochan a él que se “sacase la polla”, él alude a que va a playas nudistas y se baña sin ropa. “SÍ soy nudista, pero como vosotros no lo entendéis os montáis películas”. Al final, Chase no puede evitar decirle a Keroseno: “Me dan unas ganas de darte una hostia” y este le responde “Eres un primate”.
Tras las palabras de Chase, Keroseno no puede aguantar más y se echa a llorar. “Menos mal que esto está grabado y no como las manitas que hacéis“, les grita Keroseno. Patxi se desentiende “de este circo” y advierte a Finito: ” Tu hermano te está llevando al carajo y está influyendo en ti negativamente”. Con todo, termina eligiendo también a Loren, porque cree que puede librarse del desafío por ser un contrincante temido.
Finalmente, Chase, Finito y Garri, se enfrentan a su eliminatoria. Loren se libró porque Garri quiso salvarse de un enfrentamiento con él entiendiendo que era imbatible. Tendrán que hacerse con varios banderines, hasta coronar la cima por una pared vertical. Garri no empieza con buen pie, no logra ascender por la cuerda. Chase, todo un guerrero, consigue rápidamente los primeros banderines y toma ventaja. Finito va con pausa, pero se desenvuelve bien. Chase es el primero en alcanzar la cima y evita la eliminatoria. Durante toda la prueba, Keroseno no pierde oportunidad para seguir lanzando dardos. Finito termina la prueba y se la dedica a su madre: “Por darme siempre la fuerza”.
Sin apenas fuerza, sin ninguna bandera. No ha podido completar el desafio y se convierte, directamente, en eliminada. Tiene que abandonar Los Haitises. “La cuerda no la dominaba, no tenía fuerza”. Los presentadores han acusado a la capitana de no haber elegido a la mejor de sus chicas. “Me arrepiendo, estamos al borde de la extinción“, confiesa Joana Pastrana. ¿Cómo deja esto al equipo? ¿Se cuestionará su capitanía? Desde luego, ha sido un duro golpe. Al menos, Garri puede afirmar que no ha ganado El Conquistador, pero sí un corazón.