Mientras las fuertes lluvias impiden abrir el restaurante para los clientes, una tormenta aún mayor se desata sobre las favoritas: Rosa anuncia que Miguel ha pedido el traslado a Vigo y que dejará el restaurante después de la boda; Ana revela por sorpresa que Lourdes ha recibido una oferta de Jean Baptiste para incorporarse a su restaurante; y Cecilia confiesa que está sopesando trasladarse con César a Sevilla por el bien de su bebé. El siniestro plan del marqués comienza a dar sus frutos: el equipo de La Favorita afronta la desintegración y, con ella, la amenaza del cierre.
Para colmo, Cecilia se entera de que Ana y Manuel se besaron y monta en cólera. Las favoritas están menos unidas que nunca, la tensión se nota en el ambiente y Elena sabe que debe actuar para evitar que todo salte por los aires.
Por su parte, Julio sigue escondido en la casa mientras espera la ayuda necesaria para acabar de una vez con César. Pero quizás no esté tan a salvo como creía: Don Benito ha descubierto que ha roto su promesa y envía a su secuaz para ajustar cuentas. Acorralado, Julio se verá obligado a proponer un pacto a la desesperada.