Isa Pantoja atraviesa el peor día en ‘El programa de Ana Rosa’ y hace frente a todas las críticas que Kiko Rivera ha vertido sobre ella. La relación entre hermanos está más rota que nunca y la colaboradora no tiene piedad con el artista.
La hija de Isabel Pantoja confesó estar “harta de las pullas” de Kiko Rivera y le mandó un mensaje: “Me he callado y callo muchas cosas”. Luego, al ver las declaraciones de su hermano, manifestó: “Tengo las manos sudorosas, me estoy conteniendo mucho”. El enfado de Isa era palpable y al final estalla con Kiko: “Estás contando lo mismo que yo digo, por ahí estás equivocado”.
“Yo sí me leo las entrevistas que hacen en general todos, yo sí me informo para tener unas palabras en sus justa medida, igual mi hermano no ha visto el programa y no sabe lo que he dicho, porque lo que está diciendo no tiene sentido”, relata sobre las críticas del cantante.PUBLICIDAD
Isa Pantoja se va enfadando poco a poco y va sacando trapos sucios: “Él me metió en ‘La herencia envenenada’, en una cosa muy fea que dijo de mi familia hacia mí, que yo ni sabía”. Y ataca a las palabras de Kiko: “Tu familia es mi familia, si yo vengo aquí es obviamente porque no soy periodista, estoy estudiando mi carrera que igual en un futuro puedo ejercer“.
La colaboradora se cansa de su hermano y estalla contra Kiko Rivera: “No soy de menos, tú no eres más que nadie y no eres más que yo. Aquí nadie es más que nadie, un día estás ahí y otro día estás aquí… estoy harta de que todo el rato me digan con pullas de que es mi familia y tal como anteriormente se ha hecho”.
La hija de Isabel Pantoja declara en plató: “Cuando era joven me podían decir de todo que a mí me daba igual, tengo confianza en mi misma. Ahora no voy a permitir que se me machaque por algo que no tengo nada que ver, tengo un hijo de 7 años que se entera de las cosas y no voy a permitir que nadie me humille”.
“Yo puedo perdonar muchas cosas, pero la gente tiene memoria, vídeos y muchas cosas… la gente no es tonta”, sentencia a su hermano. Después, mientras confiesa su dolor, declara: “¿No hay nadie que le diga ‘oye, ten cuidado’ o ‘no lo hagas’?”.