Piril ya está fuera de la casa-refugio. Se ha marchado junto con sus hijos después de que Suat haya ido a buscarla tras enterarse de su intento de suicidio. Su situación allí ya era insostenible, con Sarp absolutamente decantado por su relación con Bahar.
En sus manos ha tenido una decisión trascendental precisamente sobre Bahar: permitir que se fuera de la casa con ella o dejarla allí. Y ha dudado mucho tras escuchar sus súplicas.
Bahar, al ver que Piril se resistía, ha terminado suplicando a Suat. Así de desesperada estar por marcharse de allí con Nisan y Doruk, y por no quedarse a solas con Sarp después de su reacción cuando intentar huir con Arif. Finalmente, Piril les ha condenado a los dos a convivir.