Con motivo del Día de la Mujer, ‘Comando Actualidad’ recorre la España menos poblada para conocer a mujeres pioneras, que han roto moldes y que siguen abriendo caminos a la igualdad. El programa celebra, además, 15 años en RTVE con un especial sobre la mujer rural.
En España hay 5 millones de mujeres rurales. Un tercio supera los 65 años, y más de la mitad de las que tienen entre 20 y 65 años está en paro. Según los expertos, la mujer rural es clave para afrontar la despoblación y asegurar una transición ecológica justa.
En Escacena, un pueblo de Huelva de poco más de 2.000 habitantes, se cultiva uno de los mejores garbanzos del mundo. Rosa, Inmaculada o Amalia han sido elegidas “embajadoras” de esta legumbre con Indicación Geográfica Protegida. Al frente de la empresa está Rosa. Sacó adelante la casa y la compañía. A pocos metros de la tierra garbancera, Roble planta espárragos. “Aquí, en el campo, es más problemático ser mujer porque todavía hay hombres con ideas de que ellos son más fuertes”. Además, asegura que “en los pueblos el maltrato es mucho peor que en las ciudades.” La Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales en España asegura que el 73% de las víctimas que viven en municipios de menos de 2.000 habitantes no denuncia malos tratos.
“Cuando yo me presenté a las oposiciones para guarda forestal había que ser hombre y tener el servicio militar”, dice Carmen mientras corta leña en el bosque en el que vive. Era 1983 y puso un recurso de inconstitucionalidad. “No me contestaron, pero en la siguiente convocatoria ya pude ingresar”. Fue la número 1 de su promoción y se convirtió la primera agente forestal en España. En la actualidad, hay unos 6.000 agentes forestales, 500 son mujeres. “En la parroquia de Limés, en Asturias, vive Carmen. Tiene 74 años y cuenta que se casó y se quedó en el pueblo en contra de la voluntad de sus padres. “Mi madre no quería para mí esa vida tan dura, por eso el medio rural se queda vacío”. Carmina ha pasado a la historia por crear y gestionar durante 25 años la primera asociación de mujeres campesinas de Asturias.
Laura está embarazada de su segundo hijo. Es veterinaria, pastora, tiene una pequeña quesería y una ganadería en un pueblo en la Sierra de Guadarrama, en Madrid. “Lo bueno del pueblo es que tengo todo al lado, pero por otra parte hay mucha falta de servicios como pediatra, transporte público, instituto…”, afirma Laura. Aída estudió derecho, y después de trabajar en el Congreso de los Diputados se ha convertido en ganadera. “Ahora que vivo en la España vaciada veo que desde el Congreso no se acuerdan nada de esto”. Aída compagina el trabajo en el establo con la cocina. Vende carne a través de las redes sociales “A las mujeres que están planteándose cambiar la ciudad por el pueblo les digo que lo hagan, que aquí se vive maravillosamente, la verdadera revolución del siglo XXI es volver al pueblo”, zanja.