Está claro que la televisión no está para educar a nadie pero un programa con audiencias tan millonarias como Gran Hermano DÚO no debería permitir que el público, sobre todo el más joven, asuma mensajes tóxicos como normales y que aquí no pase nada.
Me planteé escribir este artículo, no tengo nada en contra de un programa que además sigo desde hace casi dos décadas edición tras edición, versión tras versión. Ni por supuesto contra cadena o productora, cada uno que haga lo que quiera. Pero en la última edición de GH VIP ya escribí un artículo criticando duramente la postura pasiva de éstas ante la actitud aberrante de concursantes como Suso Álvarez. Pensé que al terminar GH VIP 6 y tras el revuelo en redes, la lección iba a estar bien aprendida. Me equivoqué totalmente.
GH DÚO ha vuelto a cometer los mismos o peores errores que en GH VIP 6 aunque ¿por qué me extraño? Metiendo a parejas, algunas en crisis, es lógico que el programa respirara toxicidad por todos lados, o casi. Ingenuo de mi. Aunque es cierto que lo que estamos viendo llega a ser, por momentos, aberrante lo peor son los peligrosos mensajes que se lanzan a la audiencia. Cabe recordar que un porcentaje elevado de la buena audiencia del reality es gente joven, muy joven además, menores inclusive. Y que pueden llegar a asimilar acciones y aptitudes como normales máxime cuando el programa no hace absolutamente nada para remediarlo ni les reprende.
¿Qué a qué me refiero? En GH DÚO hemos visto como una concursante, Candela, ha dicho NO a los tocamientos por parte de su ex, Antonio Tejado, y en más de un vídeo hemos visto a este pasarse… ¿hemos visto algún toque de atención por parte del programa? No. Seas mujer u hombre cuando otra persona, también sea quien sea, intente sobrepasarse “un NO debe ser siempre NO”. Y Zeppelin ha perdido la oportunidad de dejarlo claro. También hemos visto a Julio arrinconar a María Jesús en el cuarto de las lavadoras cuando estaban lejos de sus compañeros. La imagen no podía ser más “violenta”. ¿Hemos visto una sanción disciplinaria, mínimo, a ese concursante? No. El show debe continuar.
Y la cosa sigue y sigue. No podemos convertir en normal lo anormal, es decir las relaciones tóxicas con graves insultos a la cara y continuos desprecios de las parejas Tejado – Candela; María Jesús – Julio y Sofía – Albalá son del todo menos sanas. No debe calar esos mensajes en la audiencia, ni los más jóvenes deben tomarlas como normales y más sabiendo que en ocasiones la televisión se vuelve un espejo que imitar, véase cuanta chavalería aspira a ser un/a concursante de Mujeres, Hombres y Viceversa como forma de vida. Y la cosa es así. Luego, cual España profunda, hemos visto como dos hombres, Albalá y Julio, se han despojado de toda dignidad tras ser insultados por sus “enamoradas” para más tarde perder los vientos por ellas y las han seguido cual perritos falderos. Otro mal mensaje. O como Ylenia y sobre todo Sofía han despreciado sin motivo a otra chica, Raquel, porque sí. ¡Y los que faltan! La audiencia, “sorprendentemente” va y elimina la educación (Yurena) y decide salvar a Antonio Tejado, que al menos en el concurso está dejando mucho que desear y no solo en el tema Candela. No entiendo nada.
Está claro que se educa en el colegio y educan los padres, no una televisión, pero en ocasiones no todo vale por audiencias millonarias y estaría bien que de boca del presentador salieran reprimendas a estas actuaciones. Mercedes Milá lo hacía, no es tan difícil, vamos.