La expulsión de Chema en el décimo programa de MasterChef 13 supone un antes y un después en esta edición. Primero porque se rompe la pareja Bea-Chema, que tanto grandes momentos nos ha dejado. Y segundo, porque los aspirantes ya saben que por fuerte que seas, puedes caer en cualquier prueba. Nadie es más favorito que nadie. Todos los que están dentro son potenciales ganadores y se dejarán la piel si hace falta por llegar a la gran final.
La noche comenzó con uno de los retos clásicos de MasterChef, los robos, pero con una diferencia única con respecto a anteriores ediciones. Por primera vez, los robos serían a la cara, sin esconderse. Así pudimos ver a Ana robando a Bea, a Ismael robando a Chema o a Elena quitándole ingredientes a Emilio. En cualquier caso, todos se quedaron con un número escaso de productos. Tocaba improvisar y más teniendo en cuenta que tocaba hacer repostería. En este punto, Chema, Bea y Ana fueron los que mejor se adaptaron a los ingredientes que les habían dejado. Pero solo uno de los tres podía ganar la prueba: “Tu postre es atractivo, bonito, fino y está muy rico”. La receta de hojaldre caramelizado con gel de manzana y espuma de queso de Bea combinó a la perfección sabor y estética para ganar el reto.
Además del reconocimiento de los jueces, Bea ganó una experiencia gastronómica para dos personas en el restaurante ‘Casas colgadas’ de Cuenca. Y no dudó en quién sería su acompañante. Spoiler: no es Chema. “Iré con mi hermano. Nunca hemos ido a un restaurante con estrella Michelin y estoy segura de que lo va a gozar”, aseguró.
Para la prueba de exteriores, los aspirantes viajaron a Madrid para cocinar en los fogones del restaurante ‘Desde 1911’, con una estrella Michelin. Ana y Bea ejercieron de capitanas por ser las dos mejores de la prueba anterior. La catalana formó equipo con Gabriela y Ana y funcionaron como una máquina perfectamente engrasada. Por su parte, el equipo azul estuvo liderado por Ana, que contó con Ismael, Emilio y Chema como compañeros. A mitad de la prueba, el GEO sufrió un accidente con el horno a vapor y se quemó la cara con el vaho a gran temperatura. Tuvo que ser atendido por el equipo médico pero a su vuelta mandó un mensaje tranquilizador: “Me he llevado un susto grande pero se supera. Estoy un poco quemado pero estoy bien”.
Durante la prueba, Bea y Chema tuvieron sus más y sus menos, ya que el andaluz se resistía a seguir las instrucciones de su capitana sin cuestionar sus decisiones. Superadas las rencillas, el equipo azul intentó remontar pero el trío formado por Ana, Elena y Gabriela triunfó. Segunda capitanía para Ana y segunda victoria. Por fin Pepe ha encontrado el apodo perfecto para ella: the great commander (la gran comandante).
Por todo ello, Chema, Bea, Ismael y Emilio se jugarían la expulsión preparando diferentes elaboraciones del chef invitado, Eneko Atxa. Y el desenlace no pudo ser más dramático. La prueba de los duelos llegó a MasterChef 13 y Ana tuvo en su mano elegir al primer delantal negro que dispondría de 3 oportunidades para salvarse. Y escogió a Chema. Éste a su vez no se lo pensó y escogió a Bea como rival para el primer duelo: “Si de alguna manera puedo beneficiarla que sea eligiéndola la primera, aunque no sea lo más beneficioso para mí”.
Bea se impuso a Chema, en lo que sería su último cocinado juntos. Para el segundo duelo, el andaluz escogió a Ismael, con el mismo resultado que en el primer cocinado: derrota. El GEO se libró de la expulsión y Chema se jugaría el todo por el todo contra Emilio. El manchego solo tuvo una oportunidad para salvarse y no la desaprovechó. Para este último duelo, Eneko Atxa reservó su plato más colorido: limongrass con parfait. Las caras de Emilio y Chema lo decían todo. Un postre a la altura de un duelo como este. Con el tiempo cumplido, Emilio respiró aliviado y feliz con su trabajo: “En la vida iba a pensar que iba a hacer una cosa de tres estrellas Michelin, pero oye mira”. Tras probar las dos elaboraciones, los jueces advirtieron algún que otro fallo en el trabajo de Chema mientras que pusieron en valor el “equilibrio entre el foie gras y el cítrico en el plato de Emilio”.
La gran sorpresa de Emilio en pleno reto de eliminación
Tres duelos después, los jueces anunciaron el nombre del expulsado: Chema. El aspirante encajó con deportividad la derrota y lo primero que hizo fue felicitar a Emilio: “Te lo has ganado”. Antes de dejar su delantal en su puesto de cocina, Chema no perdió la oportunidad de cantar una de sus canciones a Bea y de dejar un mensaje de agradecimiento a los jueces y a la familia MasterChef: “Gracias. Esto solo acaba de empezar. Me voy a dedicar a la cocina al 100%”.