Han pasado siete años desde que Mayte García y su marido, el reconocido guardameta Santiago Cañizares, despidieron el 23 de marzo de 2018 a Santi, uno de los trillizos de la pareja de cinco años de edad, tras una intensa lucha contra el tumor cerebral que padecía. La coach comparte junto a Cruz Sánchez de Lara sus emociones y sentimientos durante este duro trance de su vida en la nueva entrega de ‘Madres: desde el corazón’, que estará disponible este jueves 27 de marzo, a partir de las 09:00 horas, para los suscriptores de Mitele PLUS.
Mayte García arranca la conversación relatando el inicio de la enfermedad de su hijo Santi, que en principio fue diagnosticada como una meningitis vírica, hasta que un residente se dio cuenta de que era una enfermedad rara o un tumor cerebral. Se emociona al recordar la llamada que lo cambió todo: “Nos llamaron y nos dijeron: ‘Familiares de Santiago García, vengan al hospital que su hijo se está muriendo y ha entrado en quirófano a vida o muerte’”. “Mi hijo se podría haber muerto aquel día y no se murió porque tenía una misión, que era dejarme un legado”, asegura.
A lo largo de la entrevista, habla de la decisión de mantener a Santi con vida, los interminables días en el hospital y el mensaje que le dio su hijo antes de morir: “Él se tocaba el pecho todo el rato y me señalaba con el dedo hacia arriba. Y yo le decía: Santi, ¿te duele el corazón, te duele el pecho? Me decía que no con la cabeza y me cogía fuerte la mano. ¿Me estás diciendo que te vas a ir al cielo? Y me hizo así con la cabeza”.
Asegura que lo más difícil fue prepararse para la despedida de su hijo y revela la conversación que tuvo con su exmarido, Santi Cañizares, antes de decir adiós a su pequeño: “Me cogió la mano y me dijo: ‘Estás siendo egoísta. Tu hijo aguantó aquí 18 meses por ti. Haz una reflexión interior de todo lo que te ha enseñado, yo creo que es hora de que lo dejes marchar’”.
Tras el fallecimiento de Santi, afirma que “me puede más el amor que el dolor por su ausencia” y comparte una de las enseñanzas que le dejó: “Hay que vivir la vida desde el amor y desde la conciencia. El amor que ahora me trasmiten sus hermanas es el mismo que me entregaba Santi cuando estaba enfermo”.
Tres años después del deceso, el matrimonio anunció su separación. “Nunca hubiera pensado que me hubiera separado, pero evolucionamos de distinta forma”, incide Mayte.
Asimismo, lanza un mensaje a todos los padres que viven una situación similar a la suya: “Nunca hay que perder la esperanza, porque no todos los niños fallecen. Hay muchísimo avance y sobre todo en esta vida si algo he aprendido, es la actitud” y señala que “la muerte de un hijo no se supera nunca, pero aprendes a convivir con ella”.