Polvillo, el concursante más polémico de la edición, tercer expulsado de “El Conquistador”

El tercer programa de El Conquistador ha estado lleno de tensiones y discusiones. El hambre y el cansancio acumulado empiezan a pasar factura y eso se ve en la convivencia y en las relaciones entre concursantes, más irascibles que nunca. Después de dos pruebas durísimas, uno de los concursantes más polémicos de la edición ha abandonado la experiencia. Te contamos, detalle a detalle, todo lo que ha ocurrido en el Programa 3 de El Conquistador. 

La tensión entre el equipo Yocahu y el Corocote

Los del equipo Corocote empezaron el programa disfrutando del campamento rico. Mientras, el resto, los Yucahu y las Atabey, planeaban fríamente sus estrategias para cambiar su suerte. Los concursantes pueden hacer sus apuestas, pero nunca saben qué reto les espera cada día, hasta que llega el correo: “el hambrie aprieta”, “solo hay una salida”… Algunos sacaron sus propias conclusiones e intentaron adivinar cuál er la próxima prueba. La gran mayoría acertó: el laberinto. En esta ocasión, ser menos integrantes fue una gran ventaja, una buena noticia para el equipo de las chicas. Entraron 11 y, solo dos programas después, son 7. 

La tensión entre equipos seguía estando ahí después de la que se montó en el segundo programa, cuando los del equipo Yocahu acusaron al Corocote de no haber cumplido las normas. Polvillo y Montoya no se podían ni ver las caras. Así fue la dinámica de la prueba de inmunidad: uno del equipo sería el guía, que estaría colgado de un arco boca abajo. Su equipo entraría en el laberinto y, como si se tratara de un gusano, moviéndose encadenados de pies y manos, tendría que alcanzar con las instrucciones de sus guías, el centro del recorrido, donde estarríala misión especial. Esa persona sería la cabeza del gusano y tendría que sacar a su equipo por donde quiera del laberinto. El objetivo: alcanzar la bandera de El Conquistador.

Equipo Atabey, ganador de la prueba de inmunidad

El laberinto puede ser una de las pruebas más angustiosas de El Conquistador. Todos quieren llegar a su objetivo cuanto antes y saben que, para eso, tienen que pasar por encima de sus contrincantes, aunque estos griten de dolor. Las chicas se mantuvieron a la cabeza durante toda la prueba, se notaba que eran menos integrantes y, sobre todo, que tenían muchas ganas de ganar la inmunidad para poder salir del campamento infernal. Eligieron a Mireia como su guía, pero los médicos les aconsejaron cambiar de idea debido a su prótesis, no podía estar colocada boca abajo.

Fueron las Atabey las primeras en alcanzar a su capitana, Joana Pastrana, que se lanzó al barro para terminar la prueba. Mientras, los Corocote y los Yucahu peleban entre ellos después de encontrarse dentro del recorrido. Todos los pasaron verdaderamente mal, ¡incluida la audiencia!

Guyo se atascó en una de las esquinas con Andrea. Se quejaba de que le están agarrando del pelo para que no pasese. Patxi Salinas, el capitán de Corocote, se defendió asegurando que ellos fueron quienes llegaron primero. Las Atabeys continuaron su camino, con alguna dificultad, pero por delante en todo momento. Fueron las primeras en salir del laberinto para buscar la bandera del El Conquistador. Eso mismo se preguntaba María, su guía y la encargada de dar indicaciones a sus compañeras. Joana fue la primera en divisarla y sacó fuerzas para impulsarse hasta ella y arrastrar al resto.

Loren se rinde y no acaba la prueba

Las Atabey celebraron su victoria hondeando la bandera, pero tanto el equipo rojo como el azul seguían dentro del laberinto. Loren, el guía de Corocote, empezó a encontrarse mal, no podía más con su cuerpo, colocado boca abajo. Al final, terminó renunciando, aunque esto llevara a su equipo a quedar en último lugar en la prueba. Estaban muy enfadados y el ambiente era muy tenso. Los del equipo rojo llevaban sin comer cuatro días y, esa noche, tampoco lo iban a hacer. Los azules pasaron del campamento rico al infernal, aunque ellos sí se habían ganado su kit de supervivencia y tenían algo para llevarse a la boca.

El hambre y la desesperación pasaron factura en el equipo Yocahu, que volvió resignado al campamento pobre sin comida. Guyo no dejaba de decir que Patxi no había cumplido las normas, lo repitió hasta la saciedad, hasta que sus compañeros le echaron el freno y le pidieron que dejara de hablar. Esto no le sentó nada bien a Guyo, que empezó a atacar a sus propios compañeros. No era bueno para el equipo y Cesc Escolá, su capitán, lo sabía, por eso intentó mediar entre ellos y relajar el ambiente. 

Finito y Keroseno, primeros nominados de la noche

Joana Pastrana no podía estar más orgullosa de su equipo, “reducido, pero bien compenetrado“. Aprovechó que Raquel Sánchez Silva le había dado la palabra para contar que Polvillo le propinó una patada en el único momento en el que se cruzaron y lo hizo deliberadamente y sin justificación, según el testimonio de la boxeadora. “Te falta respeto y educación“, le dijo Joana, unas palabras que los rojos aplaudieron. Él, mientras, la acusó de haberle llamado “maricón”.

Los Yocahu aprovecharon que estaban todos reunidos para decir que no estaban de acuerdo con el “juego sucio” que había habido durante la prueba. Para Julian, eran un montón de “quejas y excusas“. Guyo no se quedó callado y se enfrentó a los del equipo azul, provocando un momento muy tenso. Finito y Keroseno resultaron ser los primeros nominados que eligieron el equipo verde como ganador de la prueba. Como las Atabeys están en desventaja numérica, fueron a por ellos para así equiparar los equipos: “Es normal, estamos en el punto de mira por ser dos”. 

El Carni amenaza con abandonar

“Corred que se os enfría“, les decía Raquel a las chicas, que estaban deseando descubrir qué es lo que les esperaba en el campamento rico. ¡Pizza! A las Atabey se les caía la baba y no era para menos. El resto de los equipos sufrieron las consecuencias de no haber ganado la prueba. El Carni estaba muy afectado, un ataque de ansiedad. “Siento mucha presión”, decía sin casi poder caminar. Son sus compañeros quienes le ayudaron a lavarse y cambiarse de ropa. Los médicos, al verle así, se acercaron para atenderle. Además, tenía una lesión, por eso decidiero ponerle un calmante. El concursante amenazó con abandonar el concurso, pero sus compañeros le animaron a tranquilizarse. En el campamento pobre no tenían nada para llevarse a la boca, por eso tiraron de lo que podían. Ya arrasaron con los cocos que tenían a su alcance, así que algunos, como Gorka, se lanzaron al mar para ver qué encuentraban: “Asqueroso“.

La asamblea más tensa de El Conquistador

El equipo azul salió  del campamento infernal para asistir a la asamblea, que empezó fuerte, con reproches a sus compañeros por parte de Finito y Keroseno, los nominados: “Hubo gente que ni se pronunció respecto a nuestra nominación, la verdad que como equipo… da mucho que pensar”. Polvillo estaba de acuerdo con ellos, pero no el resto, que aseguraron que fue precisamente por la falta de motivación tras la prueba. Esto fue solo el comienzo, los reproches siguieron. “En vez de hacer como otros hacen que cuando no hay cámaras actúan de una forma y delante de cámaras actúan de otra, nosotros actuamos igual”, desveló Keroseno. Esta acusación enfadó a su capitán, Patxi Salinas: “Me sienta fatal que digais eso, os hemos apoyado desde el primer día. Pasé ayer la peor noche de mi vida. ¿Crees que tenía ganas de decirte algo? Habéis intentado generar un mal rollo“. 

Polvillo tomó la delantera y empezó a atacar a Andrea: “Has dicho que nos quieres quitar de en medio“. La concursante, sorprendida, lo negó rotundamente. No solo hay graves acusaciones dentro del equipo, también fuera de él. La discusión con los Yocahu trajo cola. Según Keroseno, uno de los hermanos le dio “cinco codazos en los testículos, algo rastrero”. Los Corocotes también fueron señalados por miembros de otros equipos. Joana Pastrana, capitana de las Atabeys acusó a Polvillo de haberle dado una patada en el cuello a propósito. Las versiones de los dos protagonistas son muy diferentes, pero la de Polvillo concretamente, empezó a tambalearse. “¿No habías dicho que te había llamado maricón”, le recordó Andrea. El concursante no estaba seguro de lo que ocurrió. Ni sus propios compañeros creían en su testimonio. 

El resultado de la asamblea, un equipo fracturado. Los concursantes fueron los primeros en nominar. Finito y Keroseno volvieron a crear polémica con su alegato. Nominaron a Nai, en parte, por “hacer ilusiones” a Euxebi, que no daba crédito a lo que escuchaba. Todo para no salir nominados. “¿Sois conscientes del daño que hacéis?”, les preguntó indignado Patxi Salinas. La mayoría de los votos, en cambio, fueron para Polvillo, el nominado. Después fue el turno del capitán, que tomó una decisión en el campamento, donde continuaron las peleas y los reproches.

Guyo contra todos

Joana salió del campamento rico para ir a visitar a los Yucahu al campamento pobre. Tenía que otorgar la inmunidad a uno de sus integrantes. Al llegar allí, Raquel Sánchez Silva les preguntó a los concursantes cómo estaban y cómo habían pasado la noche. Guyo volvió a tocar un tema sensible. Decía sentirse aislado, aseguró que son sus compañeros no querían estar a su lado, estaba convencido de que tenían algún problema con él. El resto de integrantes del grupo lo negaron y le acusaron de no tener autocrítica, pero él insistía Al ver esta situación, Joana cambió de opinión y lo tuvo claro: en lugar de a El Carni, entregó la inmunidad a Guyo con el fin de que siga desgastando al equipo. 

El turno de Cesc Escolà, como capitán del equipo Yocahu, tenía que nominar a uno de sus miembros. Finalemente, eligió a El Carni. La pasada noche fue la peor para él, incluso estuvo a punto de abandonar, pero aceptó con ganas el desafío. 

En el campamento infernal, Patxi también tenía que que elegir al último nominado. Muy a su pesar, escogió a Nai. “No nos pueda afectar que dos o tres compañeros quieran marcharse o quieran hacer daño”, dijo el capitán, haciendo alusión a Finito y Queroseno. Estaba realmente enfadado después de la asamblea, cuando la pareja de hermanos se metieron en la vida personal de algunos concursantes. “No lo voy a consentir“, sentenció el capitán. Aún así, ellos siguieron con su discurso incendiario. 

Polvillo, tercer eliminado de El Conquistador

El momento más determinante del programa: el desafío. Los nominados se jugaron su plaza en el concurso. Todos, menos uno. El Carni tuvo la oportunidad de decidir con quién iba a competir y, para eso, debía mandar de vuelta al campemento a uno de ellos. La elegida fue Nai, que no se libró de la prueba porque tuvo que ayudar a Polvillo. Si querían librarse de la expulsión, tenían que conseguir los banderines que estaban colocados a lo largo de un árbol. Una prueba en la que podían destacar quienes supieran trepar por una cuerda, quienes fueran hábiles y también tuvieran resistencia. ¿Se compenertarían Nai y Polvillo o les pasaría factura tanto rifirrafe?

Ni El Carni ni Finito tuvieron mayor problema para coger el primer banderín. Polvillo, por mucho que lo intentara, no logró alcanzarlo. Se despeseraba y gritaba a su compañera Nai, que le estaba intentando ayudar y animar como podía: “¡No puedo!“, no dejaba de repetir. El cansancio empezó a pasar factura, Finito se puso en cabeza al conseguir el segundo banderín, parecía el más preparado de todos, conocía la técnica y, gracias a la pinza, puedo ascender. Eran cuatro banderines en total y la lucha continuaba. Después de muchos intentos, Polvillo desistió y le dijo a Raquel Sánchez Silva que abandonaba. Ya no había vuelta atrás.

Finito y El Carni se salvaron gracias a Polvillo, que se rindió. Raquel y Julian le llamaron la atención al del equipo rojo: “Hay mínimos que hay que cumplir. Si Polvillo no hubiera abandonado, estarías fuera“. Polvillo se despidió de sus compañeros y provocó las lágrimas de Queroseno: “Aquí te llevas una amiga. Te voy a echar de menos. A ver quién coño se ríe ahora ahí”. Polvillo se fue, pero antes hizo una autocrítica tras su paso por el programa. “No tenía que estar tanto con Finito y Keroseno, tenía que abrirme al grupo. Esto es trabajo en equipo. Es uno de mis fallos, qué voy a hacer”. Además, aprovechó para pedirle perdón a Joana Pastrana.