Durante 23 programas les hemos visto sufrir, reir, llorar, discutir, reconciliarse e incluso robarse ingredientes. Han superado cerca de 50 retos, algunos de una complejidad altísima, como el árbol de chocolate de David Pallás o elaboraciones de estrella Michelin como la de Carlos Maldonado. Pero ellos cinco han superado todas y cada una de las pruebas que MasterChef 11 les ponía delante. Alex, Pilu, Lluis, Jotha y Eneko son los semifinalistas de esta edición única. Con personalidades muy distintas, los cinco han dado mucho que hablar y han protagonizado grandes instantes en las cocinas de MasterChef. Ahora, repasamos sus mejores momentos en el programa.
En su paso por MasterChef Junior 4, Alex sembró las bases para ser un gran cocinero. Durante años esperó a la mayoría de edad para presentarse al casting de adultos y en MasterChef 11 ha demostrado que su base culinaria es muy amplia. A sus 19 años tiene cientos de conceptos gastronómicos asumidos y da gusto verle trabajar. Para él, MasterChef es una oportunidad única de dar el salto a la cocina profesional.
En esta edición le hemos visto crear un vínculo casi fraterno con Eneko, hemos comprobado su carácter cuando las cosas no salen bien y sus ganas de revertir las malas situaciones. También nos ha dejado claro que su familia es lo primero y nos ha hablado de alguno de sus referentes, como por ejemplo, Carlos Maldonado.
Alguno de sus grandes platos en el programa han sido: el canelón de pollo en escabeche o las alcachofas en texturas.
Es pequeña de estatura pero tiene mucho cáracter y un gran corazón. Pilu empezó con buen pie en MasterChef 11 pero no terminó de destacar con grandes platos. Y estuvo a punto de pasarle factura, incluso vimos a la controladora aérea enfrentarse a los jueces. Pero todo cambió. Pilu entendió que las críticas eran solo para que mejorara y poco a poco sintió que no podía desperdiciar esta oportunidad.
Tal fue su evolución que llegó a ser la envidia de sus compañeros cuando ganó el delantal dorado con un plato de gnocchi delicioso. Su personalidad encajó perfectamente con las de Eneko, Lluis y Alex y los cuatro formaron una unión difícil de romper. Y eso se reflejó en muchos cocinados.
Sus boquerones con bizcocho de tomate, su gambón con salsa de curry y leche de coco y su tortillita de camarones hicieron las delicias de Pepe, Samantha y Jordi.
Posiblemente el aspirante más templado de MasterChef 11. Aunque los jueces le han pedido más ritmo en alguna ocasión, su tranquilidad siempre aporta serenidad y orden a todos sus cocinados. Y a pesar de que a veces pareciera que no le daría tiempo a terminar las elaboraciones, siempre llegaba puntual a la cata. Además, la honestidad de Lluis se puso de manifiesto en varias ocasiones, asumiendo sus errores y buscando siempre el margen de aprendizaje para no repetir fallos.
Su receta de caballa marinada con almejas o su receta de risotto de presa ibérica dejaron con la boca abierta a los jueces. Pero además de por su cocina, Lluis también tuvo algún instante en el que dio que hablar por su belleza. Que le pregunten a Eduardo Navarrete…
Jotha llegó a MasterChef 11 a aprender de cocina, a mostrar sus cartas y a competir. Y no se escondió en ningún momento. Para la historia del formato queda su mordisco a la manzana que mandó a todos sus compañeros a eliminación o su cesta vacía en la prueba de los robos. El DJ nunca dudó en utilizar las ventajas de las que fue disfrutando. Y quiso que sus compañeros hicieran lo mismo.
Pero detrás de esa apariencia dura, hay mucho más. Jotha se abrió en canal y nos contó el precioso vínculo que tiene con su madre. Pero la sorpresa llegó cuando el DJ confesó su bisexualidad y su relación poliamorosa. Lleno de naturalidad habló de “su novio y su novia” y le dio visibilidad. Chapeau.
Sus platos también han dejado huella. Como la lemon pie, el ravioli de acelga con crema de patata o su roll de queso con anchoa.
El resto de aspirantes han dicho de él que es el compañero perfecto. Eneko, en su condición de exfutbolista, tiene la disciplina metida en las venas. Siempre está atento para incorporar cualquier detalle a su libreto. Con dos hijas, y un tercero en camino, vive en un aprendizaje constante. Eso también le ha servido para trabajar mucho su paciencia, la cual tuvo que poner en práctica cuando compartió cocinado con Ofelia.
Ha sido un pilar fundamental para los más jóvenes de la edición. Si con Alex tiene una gran relación, “casi como hermanos”, con Luca le sale más la vena paternalista y le ha aconsejado en multitud de ocasiones. Eneko ha brillado en MasterChef 11 con recetas como la crema de espárragos blancos o el plato de secreto ibérico con toque asiático.