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Rosa López, segunda expulsada de Maestros de la Costura Celebrity

El segundo programa de ‘Maestros de la Costura Celebrity’ estuvo cargado de sorpresas, confesiones inesperadas y desafíos que elevaron la tensión en el taller. La noche dejó momentos de emoción, giros inesperados y la certeza de que en esta competición, nada está escrito. Ser el mejor en una prueba no te garantiza nada, porque en el reto siguiente puedes estar en peligro. Y si no que se lo digan a Carmen Farala y Pilar Rubio, que han visto tambalear peligrosamente su posición en el talent show esta semana.

La velada comenzó con un desafío que exploraba dos tendencias radicalmente opuestas: la delicada estética ‘coquette’ y la ostentosa ‘mob wife’. Para valorar las creaciones el jurado contó con una invitada de excepción, Adriana Ugarte. Un icono de estilo que trajo consigo el aura de Sira Quiroga, la protagonista de ‘El tiempo entre costuras’.

Pero antes de que las agujas comenzaran a moverse, Eduardo Casanova dejó a todos boquiabiertos con una confesión inesperada: entre los aprendices se encontraba alguien con quien compartía un vínculo familiar. Con un sobre en mano, desveló su secreto sólo a Raquel Sánchez Silva y a Adriana Ugarte. Para rematar, nos regaló una joya de su hemeroteca personal: una foto de su juventud junto a Canco Rodríguez, quien en la imagen aparecía disfrazado de Pantera Rosa. Irónicamente, su creación de la noche se asemejaba bastante a ese look.

Maestros de la Costura Celebrity | El secreto de Eduardo Casanova, Canco y Pilar Rubio

Maestros de la Costura Celebrity | El secreto de Eduardo Casanova, Canco y Pilar Rubio

Canco no tuvo su mejor día. Su diseño no convenció al jurado y Lorenzo Caprile no se contuvo: “Tiene estética Puerta del Sol. Parece inspiración de batamanta para ver Cine de Barrio”. Por el contrario, Laura Sánchez se alzó como la mejor de la prueba, trabajando en silencio y con precisión para confeccionar un look ‘coquette’ que conquistó a todos, con perlas incluidas. Palomo Spain se lo reconoció: “Has hecho hasta la coquetada de añadir perlas”.

Edu Soto también brilló con un abrigo de falso astracán que nos transportó al universo de ‘El Padrino’, consolidando su posición como uno de los aprendices más sólidos. Mientras tanto, Carmen Farala volvió a despistarse: si en el primer programa olvidó el patrón, en este se dejó el hilo y cogió de la mercería tres blondas de tela que ni siquiera utilizó. Los jueces implacables con el derroche castigaron su error fatal entregándole el temido mandil negro.

La Terre, fiel a su estilo, decidió ignorar las tendencias impuestas y creó la suya propia: la ‘moquette’, con patucos incluidos para su maniquí, Petri. Sin embargo, esta vez no solo aportó desparpajo, sino que también sorprendió con una mejora notable en su nivel de costura, algo que no pasó desapercibido para el jurado.

Un exterior de infarto: caos y rebelión en el equipo de Pilar Rubio

El reto de exteriores llevó a los aprendices a la sede de ‘Is Coming’ junto a Cristina Odorvás, su creadora. Esta firma madrileña en plena expansión nació en pandemia y promueve la autenticidad femenina. El segundo desafío de la noche consistió en replicar dos de sus looks de la temporada. Laura, como ganadora de la prueba anterior, tuvo la ventaja envenenada de elegir a los jefes de taller y optó por Pilar Rubio y Carmen Farala. Por su parte, Edu Soto fue el encargado de repartir los equipos. El equipo verde estuvo liderado por Pilar, con Rosa, Terre, Laura, Edu Soto y Canco como compañeros. Por otro lado el equipo naranja tuvo como integrantes a Carmen Farala, Óscar Higares, Eduardo Casanova, Mónica Cruz y María Esteve.

La tensión en el cosido fue palpable. Pilar Rubio no organizó bien las tareas, no calculó correctamente los tiempos y escogió mal los tejidos. La Terre, sin mucho que hacer, confesó a Caprile que se sentía relegada a tareas menores, como planchar. En el otro equipo, Carmen Farala demostró que, pese a estar en la cuerda floja, estaba dispuesta a luchar hasta la última puntada para salvar a su equipo de la prueba de eliminación.

A pesar de la tensión y competitividad, ya se nota la unión entre los aprendices de la edición celebrity. Hubo muchas confesiones en este cosido. Carmen Farala, Eduardo Casanova y Lorenzo Caprile hablaron de lo dura que fue su adolescencia. Rosa López se abrió La Terre y le contó como cantar fue la terapia que la hizo superarse a sí misma. Y Pilar Rubio y Caprile compartieron un tierno abrazo después de reconocer que su perfeccionismo a veces, lejos de ser una cualidad, puede ser su perdición. Como fin a esta prueba de exteriores, Laura Sánchez volvió a destacar. Su constancia, su sonrisa y su método impecable la están perfilando como una de las grandes favoritas de esta edición.

La Inteligencia Artificial llega al taller de Maestros de la Costura

La última prueba de la noche marcó un antes y un después en Maestros de la Costura. Por primera vez en la historia del programa, la Inteligencia Artificial (IA) entró en el taller como una herramienta de diseño. De la mano del diseñador Miguel Becer, de la firma Mané Mané, los concursantes descubrieron cómo la IA revoluciona la moda, optimizando recursos y reduciendo el desperdicio textil.

El desafío consistió en reutilizar distintos looks, conocido como upcycling, usando la IA para bocetar. El taller escondía 7 baúles con diferentes prendas en su interior. Desde el baúl de un esgrimista al baúl de una drag queen, pasando por el de un rapero, e incluso, el de un surfero. De nuevo, Laura Sánchez disfrutó del caramelo envenenado de repartir los looks a reinventar, quedándose ella su favorito y repartiendo estratégicamente el resto. Por si todos estos atractivos no eran suficientes, el maestro Caprile se sumó a la prueba como un aspirante más.

La imaginación era clave en este reto, pero no todos los aprendices lograron sacarle partido a la tecnología. La Terre, en su particular lucha con la IA, repitió compulsivamente “TOP VAQUERO” en un intento de que la máquina la entendiera, desatando las risas en el taller. Mientras tanto, Caprile, con su habitual ironía, tuvo sus propios problemas con la tablet, lo que provocó momentos de caos y carcajadas entre los jueces y concursantes.

Sin embargo, la risa no salvó a todos. La expulsada de la noche fue Rosa López, cuyo diseño no estuvo a la altura del resto. Su prenda presentó fallos técnicos evidentes, incluida una manga imposible de utilizar, lo que selló su destino en la competición. Con su despedida, Maestros de la Costura Celebrity dejó claro que aquí no hay margen para errores y que la lucha por el maniquí de cristal será más feroz que nunca.