Cada puntada cuenta, pero en este punto de la competición, cada error se paga aún más caro. Con la final a la vuelta de la esquina, los aprendices han tenido que enfrentarse a tres desafíos muy distintos que pusieron a prueba su creatividad, técnica y capacidad de adaptación. Desde una vuelta a sus raíces, pasando por una prueba de indumentaria tradicional y terminando en un look inspirado en la tendencia tennis core. Además, el taller de Maestros de la Costura se guardaba una sorpresa que nadie se esperaba: la prueba final no terminó en expulsión. ¿Quieres saber cómo se vivió todo? Te lo contamos.
La primera prueba de la noche estuvo marcada por la nostalgia, el cariño y una visita de lujo: Bibiana Fernández, un icono de la moda y el espectáculo que llegó al taller para recordar la importancia de atreverse, innovar y, sobre todo, ser una misma. “Me hice el futuro recortándolo” nos contaba Bibiana. Al pensar en su infancia, nos relataba que sus sueños se encontraban en los recortes de revistas de moda que aún conserva como oro en paño.
El primer desafío de la noche consistía en actualizar un look del pasado con una reinterpretación moderna. Para ayudarles a recordar, los aprendices recibieron la visita de sus familiares. Cada uno llevaba consigo una imagen del pasado de nuestras celebrities con el look que debían recrear durante la prueba. Un reto en el que, más allá del diseño, importaban los lazos familiares y la emoción de coser a cuatro manos. Las madres costureras fueron las grandes protagonistas, aportando no solo manos expertas, sino también anécdotas y complicidad. Ante este reto y con la resaca emocional de su homenaje en Posadas, Palomo Spain se animó a coser en esta noche tan emotiva.
La madre de Laura Sánchez, que había sido modista en casa, cosió junto a su hija por primera vez, mientras que la madre de Pilar Rubio recordó aquellos tiempos en los que su hija customizaba camisetas a tijeretazo limpio en su tienda de ropa para niños. Carmen Farala y su madre, puro temperamento sevillano, debatieron cada puntada con tanta intensidad como cariño. “Tengo mellizos. Cuando va de Farala es mi hija y cuando es Dani es mi hijo” contaba entre risas y emoción.
Pero no todo fue técnica y precisión. También hubo espacio para el humor. La Terre, fiel a su estilo provocador, presentó un vestido inspirado en los toros “libres”, protagonizando algunos de los momentos más surrealistas de la noche. Su hermana, su compañera de trastadas y disfraces, le siguió el juego con carcajadas incluidas. Por su parte, Casanova convirtió la prueba en una auténtica clase de costura para su novio, quien se esforzó en seguirle el ritmo entre términos técnicos. Eduardo se pasó el cosido completamente embobado por la presencia de su novio en el taller. “Gracias Ángel por traernos la tranquilidad tras ocho semanas” decía Escoté entre risas ante la tranquilidad de Eduardo en el cosido.
Sin embargo, la moda también es sentimiento. Carmen Farala quiso rendir homenaje a su padre, integrando en su kimono el símbolo de una guitarra, un detalle que conmovió a más de uno en el taller. El look de Carmen a recrear era de un año que fue al Rocío con sus padres. En la foto aparece con un poncho y con la guitarra de Juan, su padre, que falleció hace unos años. Pilar Rubio compartió recuerdos de sus inicios en el mundo de la tele. Con una Pilar muy jovencita que compaginaba sus estudios de económicas con su trabajo en ‘El Precio Justo’. Edu Soto relató la historia de cómo conoció a su pareja, en un momento de lo más entrañable.
En cuanto a la confección, la competición estuvo reñida. Pilar Rubio deslumbró con una propuesta al más puro estilo Alexander McQueen, un diseño impecable que le valió la victoria de la prueba. Carmen Farala quedó en segunda posición con una historia emotiva y una ejecución brillante. Laura Sánchez y su madre se aseguraron un puesto en el top 3 gracias a una costura tan medida como llena de significado con un traje de gala propio de las fiestas de Isabel Presley en los años 80.
La primera prueba dejó claro que la moda no es solo cuestión de hilo y aguja, sino de recuerdos, identidad y amor. Y, por supuesto, que Bibiana Fernández, con su carisma inigualable, sigue siendo la reina de la actitud y el estilo. Es nuestra pirámide.
La prueba de exteriores llevó a los aprendices hasta Toro, en Zamora, un pintoresco lugar donde la tradición y la indumentaria española se entrelazan en el tiempo. El reto era replicar dos de los trajes más emblemáticos de la región: el de Viuda Rica y el de Labradora, prendas que, con sus delicados bordados en oro y terciopelo, han sido cuidadosamente preservadas como auténticos tesoros durante generaciones.
La elección de qué traje replicar recayó en Pilar, quien, tras una larga reflexión, optó por el traje de Labradora para su equipo, mientras que Carmen asumió la responsabilidad de recrear el de Viuda Rica. La dificultad de la prueba fue evidente desde el primer momento. Estos trajes, con su exquisita elaboración a mano, requerían años de dedicación, pero los aprendices contaban con solo dos horas para dar forma a sus versiones. Ante esta exigencia, Caprile no dudó en hacer un comentario jocoso, advirtiendo a los concursantes: “Detrás de esta niebla se esconde el gélido río Duero. No me falléis”.
El trabajo avanzaba entre nervios y risas, pero en los últimos minutos, la tensión aumentó considerablemente. Al final de esta prueba conoceríamos el nombre de los tres primeros semifinalistas de Maestros de la Costura Celebrity. Carmen, siempre atenta al bienestar de su equipo, no dudó en dar un paso al frente para echar una mano al taller naranja, que, aunque bajo la dirección de Pilar, parecía necesitar el apoyo de todos. Carmen, decidida a que ambos equipos presentaran algo digno y sin que ninguno tuviera que abandonar la competencia, trabajó al unísono con su equipo para lograr un resultado impresionante. “Fuera de la competición, somos solo uno, no hay equipos”, comentó, mostrando una vez más su capacidad de liderazgo y buen corazón.
Tras la votación de nuestro jurado popular finalmente, el equipo verde se alzó con la victoria. Por lo que Carmen, Laura y Terre se convirtieron en las primeras semifinalistas de esta edición. En medio de la celebración, Terre se emocionó dando las gracias a Carmen Farala por confiar en ella para escoger las telas y dejarla demostrar que ella sí que cose.
Carmen, elegida como mejor de la prueba, al ver el resultado final de su esfuerzo, se despidió de la prueba con una broma: “Más que viuda rica, soy viuda a fin de mes”. Así, entre humor y tensión, la jornada concluyó, dejando claro que en esta competencia no solo importa el talento, sino también el trabajo en equipo y la solidaridad.
Para cerrar la jornada, los aprendices se enfrentaron a un desafío que conectaba la moda y el deporte: diseñar un look inspirado en la tendencia Tennis Core. En esta ocasión, contaron con la visita especial de Carolina Marín, una de las deportistas más destacadas del país, quien, junto a los jueces, explicó cómo la estética del tenis ha dejado su huella en la moda, evocando momentos icónicos como el vestido de Serena Williams en Roland Garros, los looks de Scarlett Johansson en Match Point, o los lookazos Zendaya para la promoción de la película Challengers.
Los concursantes tuvieron 90 minutos para crear su propuesta, y el resultado fue una competencia de altísimo nivel. Pilar Rubio, siempre fiel a su estilo, presentó una falda de tablas raw edge combinada con una chaqueta con vistas blancas, un diseño muy característico de su estética personal. Edu Soto, por su parte, apostó por un vestido que encapsulaba a la perfección la esencia tennis, con mangas rematadas en vivos elásticos en blanco y azul marino, y un tejido tipo jersey con ochos perfectamente terminado. Eduardo Casanova, fiel a su estilo, mostró un conjunto de dos piezas en tonos navy blue, con mangas abullonadas cortas, que reflejaba su línea estética personal, ligera pero estructurada.
Mientras todos los aprendices daban lo mejor de sí mismos, Pilar vivió algunos nervios y, en su concentración, se clavó una aguja en la mano. A pesar de ello, su único objetivo era terminar la prenda de la mejor forma posible, aunque, con un pequeño toque de calma, habría podido disfrutar más de la prueba. En cuanto a Eduardo Casanova, utilizó el imperdible para pedir ayuda a Carmen Farala, quien, siempre atenta, le brindó el consejo necesario para lograr un look bien estructurado.
Al final, y debido al nivel tan alto de las creaciones, el jurado tomó la decisión de no eliminar a nadie. Aunque todos mostraron gran destreza, ninguno fue eliminado, y todos lograron asegurarse su puesto en la semifinal. Sin embargo, la lucha por la plaza en la competición aún no ha terminado. Cada uno deberá seguir luchando en los dos programas que nos esperan, donde seguramente habrá muchas sorpresas.
Con la final cada vez más cerca, los aprendices han demostrado que la carrera por el primer maniquí de cristal de Maestros de la Costura Celebrity.