Anoche vivimos una de las galas más intensas de todas las ediciones de Gran Hermano, anónimos, vips y dúos incluidos. Por primera vez las broncas y los conflictos no eran los protagonistas y más de 6 millones de contactos (con una media de 3,5 millones de espectadores) contuvieron la respiración ante una historia de amor… a medio gas. Donde Adara se ha enamorado de un chico que ha pretendido llevar la misma estrategia con la concursante que aquella que le llevó tan lejos en el Grande Fratello de Italia.
Adara nos puede representar a todos. Sobre todo a aquellas personas que, con una crisis importante de pareja, descubren la felicidad en otra persona y se dejan llevar. La historia de Adara es una historia de carencias, al menos según ella ha comentado en el propio reality. Un marido que no le hace caso, que le corta las alas, que no le hace el amor, que no la desea y que representa sobre todo la apatía. Un panorama que, con un bebé de pocos meses en casa, se vuelve más complicado. Ante una situación como esta, es más difícil coger los trastos e irse.
Adara ya apuntaba maneras para ganar esta edición pero tras la gala de ayer creo que se merece más que ningún otro concursante el maletín de GH VIP 7. Y ojo, no por lo comentado en el párrafo anterior ni mucho menos si no por como es ella como concursante. Adara no solo ha sido la chica peleona que no se ha dejado arrastrar por la pandi de Mila y compañía, si no que ha denunciado las injusticias dentro de la casa. La hemos visto en momentos divertidos, nunca se ha quejado, ha contestado a quienes la atacaban muchas veces de forma gratuita, se ha convertido en la mejor amiga del novio de su ex, ha llevado el reencuentro con Pol de forma sobresaliente y ha sido muy generosa con el programa, la productora y, a tenor de las audiencias, con la cadena.
Se ha abierto en canal. Lo que vimos en la última gala no puede ser fingido. Vimos a una Adara llorando, sufriendo y temblando hablando con Gianmarco sabiendo que éste era el expulsado de la noche. No fue la mejor noche para la concursante pero fue la noche dónde Adara se coronó como ganadora de esta edición. En realidad, GH es un programa de encierro, de convivencia y de todo lo que pasa entre esas cuatro paredes. No importa nada de lo que pasa fuera, no debe importar nada mejor dicho. Y en esto Adara ha demostrado ser la gran protagonista de esta edición.
Se ha enamorado de Gianmarco que, casualmente o no, le ha ocurrido lo mismo que en su paso por la casa del Gran Hermano italiano. Un poco raro. Además su presencia en plató ayer fue deplorable cuando pudimos ver al hermano diciéndole que dijera que “sí” de manera forzada cuando la madre de Adara le preguntó si estaba enamorado de su hija. Hubo silencio tanto en la sala de expulsión como en plató. No quería contestar. No quiso ni asentar como quería Jorge Javier -ávido, por el show, de que esto fuera una historia de amor prohibido-, ni tampoco quería decir “sí” en el plató, aunque lo dijo al ver que el hermano le hacia señas para que lo dijera y así no quedar tan mal.
Gianmarco ha tenido un calentón de narices en Guadalix y aquí la real ha sido Adara. Que ha comprobado, como le pasa a mucha gente, que cuando en casa no recibes lo que quieres, otros pueden dártelo e ilusionarte. Afortunadamente el italiano está fuera de la casa, de lo contrario hubiera puesto en riesgo el buen concurso que llevaba (y lleva Adara). Ahora cabe esperar que Joao sea el próximo expulsado -no es tan buen consejero como piensa Adara- y tendremos una concursante libre, y al lado de Hugo Castejón si este sigue. El concursante que, dentro de su locura, ha demostrado ser el verdadero amigo de Adara.
Adara no ha jugado, ni ha montado ningún show. Se ha enamorado y en eso nadie manda. Ahora toca desenamorarse… o no, y seguir la otra mitad del concurso. Adara no es una veleta como Estela, no tiene actitud de amargada como Mila, no ha criticado a diestro y siniestro como Noemí, Alba y Antonio David. Adara tiene todas las cualidades de lo que debe ser una ganadora de Gran Hermano… aunque a veces la escaleta que monte Zeppelin para las galas no sea muy favorable para ella.