El sexto progama de El Conquistador ha estado cargado de sorpresas que ni siquiera los propios concursantes se esperaban. Las Atabey tiraron la toalla antes de tiempo y acabaron, como era de esperar, con la extinción del equipo. Antes de abandonar Los Haitises, a Joana Pastrana le encargaron una última misión que marcará un antes y un después en el concurso. Al final, doble expulsión, una de ellas totalmente inesperada. ¿El responsable? Patxi Salinas y su arriesgada estrategia. Esto es lo que ha ocurrido en el Programa 6 de El Conquistador.
Los conquistadores se jugaron la prueba de inmunidad de esta semana construyendo un castillo de naipes sobre el agua del mar. Un reto que requería la agilidad de los concursantes, paciencia, pero sobre todo, trabajo en equipo. Cuantas más manos para mantener el equilibrio, mejor, por eso el equipo Atabey partía con desventaja. Lo primero que tuvieron que hacer fue elegir el miembro más ligero de su equipo, además del miembro más pesado de uno de los equipo rivales. Esas personas serían las que luego tendrían la misión más importante: subirse a la cima del castillo para agarrar los banderines.
El equipo Yocahu fue en cabeza durante toda la prueba, hasta que, estando Montoya ya en lo alto del castillo, la construcción se desplomó y tuvieron que volver a empezar. Remontaron rápidamente, a pesar de que uno de sus miembros más fuertes, David Seco, tuvo que ser atentido por el médico antes de empezar por un dolor lumbar. Mientras, las Atabey no conseguían superar los dos pisos. Estaban teniendo muchos problemas para sostener las piezas. El equipo rojo capitaneado por Cesc Escolà resultó ser el ganador de la prueba, aunque los Corocotes estuvieron a punto de adelantarles, finalmente se tuvieron que conformar con la segunda posición y el campamento pobre.
La alegría del equipo Corocote y el equipo Yocahu contrastaba con las caras largas del equipo Atabey. Son conscientes de lo que se les avecina, la posibilidad de que se extinga está cada vez más cerca. Dos de sus miembros se la jugarán en el desafío y, si alguna de ellas pierde, el equipo verde desaparecerá. “Se va a disolver probablemente el equipo, a no ser que vuelven las dos que, sinceramente, lo veo difícil. Tengo miedo de que me den la nominación directa”, confesaba Joana Flaviano, que se ofreció voluntaria en el programa anterior para salvar a su equipo. La extinción Atabey significaría que Joana Pastrana, su capitana, abandonaría El Conquistador.
Lo Corocotes parecía que habían ganado. Keroseno estaba pletórico: Él fue el encargado, junto a su hermano Finito, de coger el banderín para su equipo. “Demostrándome un día más lo que soy y por qué estoy aquí”. Ante las cámaras, pero detrás de sus compañeros, Keroseno comentaba su preocupación por las nominaciones. Al haber quedado segundos, un miembro de su equipo debería participar en el duelo.
Julian y Raquel le reprocharon a las Atabey su actitud derrotista y Joana Flaviano fue la primera en reconocerlo. El número inferior de manos era un handicap, pero lo cierto es que estaban demasiado perdidas, no sabían cómo colocar las piezas. “Tenéis aquí los días contados“, les advirtieron. Para evitar que esto ocurra, Cesc Escolà decidió seguir una estrategia y nominar directamente a Joana, una de las más fuertes.
A Julian y a Raquel no se les pasa una. Cuando Guyo se fue le dejó a uno de sus compañeros sus latas de comida, algo que está totalmente prohibido. El elegido fue Agus, en parte, como agradecimiento por ser el único que no le nominó en la asamblea. Cuando le preguntaron, no lo negó en ningún momento y asumió las consecuencias de sus actos. Raquel se quedó con su saco, por lo tanto, ya no contará con lo poco que le quedaba de su kit de supervivencia individual. No le preocupó demasiado, por el momento. “Ahora tenemos comida. A ver si hay un kit de pesca y me puedo poner a pescar todo el atún y las sardinas que me han quitado. Me pudo la tentación. Tenía que haberme callado, comérmelas y no decir nada, pero creo que el equipo tenía que saberlo”. El problema fue que, al llegar al campamento rico, se dieron cuenta de que no había comida, si no unas mosquiteras como premio.
Es uno de los más fuertes del equipo Yocahu, de hecho, ya sabe lo que es ganar El Conquistador. Pero David Seco también es humano y tiene sus bajones. Al principio del programa se quejó de una molestia en la espalda. A pesar de estar en el campamento rico, con todas sus comodidades, el concursante no pudo evitar romper a llorar al recordar a su familia y amigos. “Llevo 48 horas sin dormir, mis compañeros lo saben”, confesó sin miedo a mostrar debilidad. Entre todas sus opciones, no descartaa abandonar el programa, muy a su pesar.
Su capitán, Cesc Escolà, tenía una misión pendiente: dar la inmunidad a uno de los Corocotes. Los elegidos fueron Finito y Keroseno. Todos ya saben que no se llevan bien con el resto del equipo y eso puede influir en alguna prueba, así que les conviene mantenerlos en el concurso.
O seguir luchando por mantener el equipo vivo o mirar por una misma, esa fue la decisión que tuvieron que tomar las Atabey en la asamblea. Al final, optaron por la segunda opción, dando por hecho que el grupo iba a desaparecer tras este programa y que se iban a reagrupar en otros equipos. Sin embargo, ni Julian ni Raquel les dijeron que eso era lo que iba a pasar, eran solo especulaciones. El equipo fue el primero en nominar en masa a Mireia, la más débil. Joana Pastrana tuvo que decidir también a qué otra chica nominar y escogió a Paula.
Mientras, Patxi Salinas, capitán del equipo Corocote, tenía que entregar el collar de la nominación a otro de su grupo. Decidió arriesgarse y entregárselo a un concursante a quien considera fuerte: Andrea. “Tenemos que acabar con las verdes”, aseguró. Una nominación inesperada y una apuesta segura, según el capitán.
Andrea eligió a Chase para acompañarla en el reto y decidió salvar a Paula para no tener que competir contra ella, al considerarla la más fuerte. Las elegidas: Joana y Mireia. La dinámica del desafío era sencilla: conseguir la mayor cantidad de agua de coco posible. Para ello tenían que subir a una palmera con la ayuda de piolets y crampones. Mireia, en clara desventaja por su prótesis de pierna, no desistió en ningún momento.
Era una prueba complicada, ninguna de las tres concursantes se dio por vencida, caída tras caída. Los veinte minutos que duraba la prueba en un principio se cumplieron sin que ninguna lograra llegar a lo alto de la palmera y bajar un solo coco. Entonces Raquel les comunicó que la primera que lo consiguiese, ganaría el reto. Después de muchos intentos, Joana Flaviano fue la única que consiguió alcanzar el coco y ganar el reto. Mireia y Andrea no se rindieron, pero no lo lograron y, por lo tanto, tuvieron que abandonar el concurso. Mireia, mareada, casi no tenía fuerzas ni para levantarse del suelo. Andrea estuvo a punto de agarrar el coco, pero se terminó cayendo.
Derrotada, a Andrea no le quedaban fuerzas casi para hablar, pero tenía que hacerlo, porque para ella no era justo que le tocara irse, mientras en su equipo quedaba gente que, según su opinión, no había venido a competir. “La decisión del capi no ha sido la más ideal. No le iba a decir que no me llevase, yo me notaba con fuerzas“, confesó. Muy dura consigo mismo, no dejaba de repetir que no merecía ser conquistadora, con lágrimas en los ojos. Mireia también tuvo que abandonar el concurso, entonces la pregunta era: ¿cuál es el futuro de las Atabey ahora?
Las Atabey dieron por perdida antes de tiempo su continuidad como equipo en el programa. Por esta razón, El Conquistador quiso darles una lección y que su actitud tuviera consecuencias. Para tener el privilegio de formar parte del programa no puede entrar en juego la rendición. El equipo verde se extingue, pero Joana Pastrana tiene una última misión antes de abandonar el concurso: repartir a los miembros del equipo que quedan en el Corocote o Yocahu. Eso sí, una de ellas se irá para casa, esto también tendrá que decidirlo ella. “Para que quede muy claro el mensaje de que, quien se rinde, no merece vivir esta aventura“, sentenció Raquel. ¿Qué pasará? ¿A quién eligirá la capitana? ¡Lo descubriremos en el próximo programa!