‘Promesas de arena’ no promete nada…

El prime time de TVE vuelve a regalarnos una ficción para todas esas personas que los talents como ‘La Voz Kids’ y ‘Got Talent’ nos parecen pocos interesantes. Sin embargo, después de la emisión de ‘Malaka’ esperaba un poco más de ‘Promesas de Arena’. La serie inspirada en la novela de Laura Garzón nos lleva junto a un grupo de jóvenes hasta Libia donde trabajarán como voluntarios con la ONG Accion Global en un hospital. Desde el momento que pisan la arena del desierto vemos las personalidades específicas de cada uno: la mala, la guapa que va a salvar todo y el divertido. Si nos traslamos a Libia no podía faltar una historia de amor exótica entre la chica de occidente y el malo oriental, una trama que ya cuajo muy hondo en los espectadores españoles con ‘El Príncipe’ y que ‘Promesas de Arena’ promete reproducir como en ‘Romeo y Julieta’.

La llegada del nuevo grupo tenía que ser conflictiva para que empezarán a caer la careta de todos los personajes y unos diálogos que tienen más silencios que palabras, pero que dejan entrever incluso hasta el desenlace. Todos tienen secretos y problemas que los han arrastrado hasta el fin del mundo del que todos quieren huir. En el elenco de actores destaca Blanca Portillo y Daniel Grao, quienes sin ser protagonistas parecen más interesantes que los protagonistas románticos. Andrea Duro se estrena en este estilo de ficción y no acaba de situarse, su interpretación es demasiado irreal y forzada. Ayuda el que será su compañero amoroso, Francesco Arada, el típico malo que no sabes si lo es pero que su físico ayuda a conquistar espectadores.

El formato, a parte de ser poco novedoso, se hace largo. La televisión en abierto sigue apostando por los capítulos de 70 minutos empezando a las 22.40 horas, provocando que sucedan escenas innecesarias que podrían suprimirse y ser más eficaces como en las plataformas digitales. Veremos si en el próximo capítulo hay un giro de guión inesperado…pero por el momento ‘Promesas de arena’ no promete nada….