‘Comando al sol’ busca nuevas joyas turísticas en San Sebastián, Granada y El Bierzo

‘Comando al sol’ se da este martes un baño de bosque, descubre un ballenero único en el mundo y recala en la icónica Playa de la Concha. Explorará las joyas del turismo del norte y después, al sur, para mostrar la inédita imagen que ofrece este verano la Alhambra de Granada. En el ecuador de la temporada veraniega, el programa se refresca en los generosos caudales de dos ríos a su paso por Villafranca del Bierzo y desvelará los secretos de las playas dulces de la localidad leonesa conocida como La Pequeña Compostela.

Joyas del norte. La ruta comienza a bordo del barco más antiguo del Cantábrico para ir de San Sebastián a Pasajes en la proa. Lucretia es una embarcación construida en 1927 que los viajeros del siglo XXI alquilan por horas para conocer las joyas del turismo del norte. En la icónica Playa de la Concha, Borja ha encontrado trabajo como vigilante del arenal y cuenta los bañistas que entran y salen. Cuando el aforo llega al máximo, iza la bandera roja. Se hará además un recorrido por los acantilados de la costa vasca y un baño de bosque en las frondosas sombras del Monte Ulía. La caminata desembarca en el taller donde se construye un ballenero único en el mundo y que es el sueño de Xabier, capitán de un proyecto sufragado por la UNESCO y abierto al turista curioso. El periplo termina resolviendo los secretos de la cocina vasca con Alex, en la edición veraniega de su taller de pintxos.

Alhambra insólita. Jesús nació en la Alhambra. Es arqueólogo y conservador del monumento nazarí y pasó su infancia en la fortaleza porque sus padres pertenecían a esa generación de trabajadores a los que también se les permitía vivir en ella. Pasear este verano por el Patio de los Leones es inaudito. Nunca antes fue posible llegar y sacar entrada en el mismo día para visitar y fotografiar uno de los monumentos más visitados del mundo. Si hace tan solo un año había 700 guías habilitados para enseñar el monumento, ahora solo trabajan 10.

La pequeña Compostela. Tiene nueve iglesias, seis de ellas declaradas Bien de Interés Cultural; dos generosos ríos, una calle del agua y cincuenta escudos heráldicos. Villafranca del Bierzo es conocida como La Pequeña Compostela. Y se puede decir que Ana es la única turista que pasea una mañana de verano por la localidad leonesa; hasta julio o agosto pasados la atravesaban miles de peregrinos camino de Santiago. Villafranca y la provincia juntan más de 40 lugares autorizados para el baño. Pozas y playas fluviales refrescan al viajero estos días, en el los que el pueblo recupera su pulso y muestra su cultura con la música de Pedro Halffter, director de orquesta, compositor y uno de sus paisanos más ilustres.