Crítica Mask Singer: entretenido con pistas imposibles

El talent revelación de la temporada pasada, Mask Singer, ha vuelto con nuevas máscaras para ser descifradas. Los investigadores, Paz Vega, Javi Ambrossi, Javi Calvo y José Mota, han hecho sus apuestas y tras la primera gala, no han acertado quien era la primera máscara. Descifrar que La Toya Jackson estaba detrás de la máscara de Menina era tan difícil como imposible.

El programa ha vuelto prácticamente con las mismas reglas del juego que la anterior temporada. Las máscaras que se han tenido que enfrentar esta semana han sido Cocodrilo, Erizo, Cactus, Ángel y Menina. El público pidió en la pasada edición máscaras más difíciles y pistas imposibles y el programa se lo ha dado. Yo sinceramente, no me imagino quien puede estar detrás de ninguna máscara. ¿Cómo podría imaginar que La Toya Jackson iba a venir a España a participar en un programa de televisión?

Algunas de las pistas que se descubrieron la primera gala no nos ayudaron mucho la verdad. Cocodrilo dijo: “me han invitado a cenar a la Casa Blanca”. Menina dijo: “Soy objeto de deseo de burgueses y nobles”. Erizo por su parte, manifestó “No hay nadie en el mundo que no conozca mi gran arte milenario”. Ángel alegó “He realizado grandes hazañas con mis piececitos” y Cactus dijo “Soy duro por fuera y tierno por dentro”.

Estas pistas son algunas de las que los concursantes dieron a lo largo de la gala. Pistas que no nos llevaban a ninguna parte. En la edición pasada, en la primera gala ya sabíamos quien estaba detrás de alguna de las máscaras o podríamos tener una idea, pero esta vez no.

Por lo demás, el programa estuvo a la altura de la primera edición. Divertido y entretenido. La única pega que le encuentro a esta edición es que si las pistas son muy difíciles la audiencia puede que se canse. Puede ser, que por esa razón, el estreno del programa tuviera 10 puntos menos que la temporada anterior.